Esta semana celebramos la Semana Europea de la Lactancia, celebración este año un tanto agridulce si escuchamos a las madres que han recibido este título en los últimos meses. Madres que han pasado su embarazo con miedo, aisladas de su entorno por responsabilidad, separadas de sus familias, separadas incluso de sus parejas en muchas consultas de seguimiento de embarazo y primeras revisiones con el pediatra, enfrentándose solas a buenas y malas noticias. Además de todo esto, se han encontrado sin el apoyo que acostumbraban a tener de otras madres en los talleres de preparación a la maternidad y talleres de lactancia que organizaban sus matronas y los grupos de apoyo a la lactancia ya que estos han tenido que cancelarse.
En estos meses muchos de esos héroes sin capa por los que aplaudíamos han demostrado su implicación en el cuidado y acompañamiento de las madres y sus hijos apoyándolas e informándolas a través de las redes, emocionándose con el padre que lloraba fuera del paritario cuando no podía acompañar a su pareja o reforzando las consultas a domicilio o telefónicas.
Este es el momento ideal para recordar algunos de los beneficios de la lactancia materna. La leche materna es la primera vacuna que reciben nuestros hijos, a través de ella obtienen anticuerpos que les facilitan enfrentarse a los microorganismos que les rodean, refuerzan su inmunidad. Además, y bien los saben en la unidades neonatales, la lactancia materna disminuye el riesgo de padecer enfermedades respiratorias, como las bronquiolitis cuya época se acerca con el frío, e infecciosas.
Es por ello que el fomento de la lactancia se debería convertir en un objetivo prioritario de salud pública, y más en la actual situación de pandemia por el COVID-19, recordemos que el SARS-CoV-2 no se ha aislado en la leche materna. Por lo tanto, en la situación actual es más importante que nunca proteger, apoyar, promover y promocionar la lactancia materna. Incluso en caso de mujeres con COVID-19 se puede continuar amamantando cuidando las medidas de protección, mascarilla y lavado de manos.
En este momento, conociendo los beneficios de la lactancias, se ha observado un aumento de mujeres que tras haber dejado de dar el pecho por un tiempo variable, realizan una relactación (vuelta a la lactancia), para lo que es recomendable contar con el apoyo de un profesional experto en lactancia, como una matrona especializada o una IBCLC (consultora Internacional de Lactancia).
Consideramos importante exponer que la IHAN, Iniciativa para la humanización de la asistencia al nacimiento y la lactancia a nivel mundial, continúa recomendando la práctica del piel con piel inmediato y continuado tras el nacimiento, el pinzamiento tardío del cordón umbilical y la promoción del enganche espontáneo al pecho en la primera hora.
Si hay un aspecto positivo de la actual situación, podemos decir que ha facilitado la intimidad tras el parto de la nueva familia, permitiendo la tranquilidad que necesitan para conectar, evitando las normalizadas pero no tan recomendadas visitas sin parar de familiares a la planta de maternidad.
Por todo lo anterior, resulta fundamental para la salud materno-infantil física y emocional realizar todas las medidas oportunas para promover la lactancia idealmente desde mucho antes del embarazo, informar de los beneficios y técnica para conseguir una lactancia exitosa y feliz y apoyarla desde todos los sectores de la sociedad.
África Sánchez
Matrona IBCLC