17 al 23 de mayo: Semana Mundial del Parto Respetado
Del 17 al 23 de mayo se está celebrando la Semana Mundial del Parto Respetado bajo el lema de Las decisiones de la mujer deben ser respetadas. Con tal motivo, desde el Colegio de Enfermería de Alicante queremos colaborar en el conocimiento de lo que supone el parto respetado y para ello hemos contado con las aportaciones al respecto de Pepa Santamaría, matrona adjunta a Dirección de Enfermería del Departamento de Salud de Alcoi, de Adelaida Plaza, matrona, del Equipo de acompañamiento al parto en casa Namaste Comares y de Soledad Carreguí, matrona y supervisora de Partos del Hospital Universitario de la Plana (Vila-real).
En la siguiente entrevista conjunta nos acercan al concepto del parto respetado y aportan sus puntos de vista respecto a diferentes asuntos relacionados con el mismo.

– Como profesional al cuidado de la mujer, ¿qué significa para usted un parto respetado?
Adelaida Plaza: Es el nacimiento en el que todos los participantes, madre, padre y profesionales, conocen las ventajas que las evidencias demuestran y en el que la madre participa activamente y se le tiene en cuenta en las decisiones que se pudieran producir durante el proceso.
Pepa Santamaría: En un parto respetado la mujer se siente segura, siente que tiene el control de su propio parto y que está con gente a quien importa. Participa en las decisiones, que se toman durante el proceso y se corresponsabiliza de los resultados. Ella y su criatura son las verdaderas protagonistas, con el apoyo de su pareja o acompañante y de los profesionales que les atienden.
Namaste Comares: Un parto respetado es aquel en el que prima el deseo de la mujer, un deseo informado y consensuado con su pareja, si la tiene, o con aquella persona que le va a acompañar durante el proceso. En el que dejamos al cuerpo actuar, huimos de las prisas, observamos, acompañamos y cuidamos sin interferir a no ser que sea necesario. Consideramos que las matronas somos las profesionales más idóneas, accesibles y capacitadas para acompañar en las decisiones a tomar; esto contribuye al empoderamiento de la mujer y hace obtener mayores índices de éxito en su parto.
Soledad Carreguí: Un parto respetado es un parto acompañado donde el profesional que le atiende le ofrece recursos para optimizar la fisiología, atiende todas las necesidades expresadas por la misma, la informa continuamente y permite que la mujer tome las decisiones sobre su proceso, a la vez que le ofrece todos sus conocimientos y experiencia con el fin que tenga un proceso de parto tanto seguro como satisfactorio.

– ¿De qué forma se ha visto alterado el proceso del parto y cómo han vivido esto las mujeres y las matronas durante la pandemia?
AP: Las mujeres han sido capaces de adaptarse a esta circunstancia mucho mejor de lo que podríamos haber pensado. He visto la fuerza de protección a sus hijos, más grande que nunca. A pesar de las mascarillas y de esas miradas incompletas, las madres y los profesionales hemos sabido «estar», y hemos podido paliar las inevitables limitaciones. Ha sido un ejemplo mayúsculo sobre todo de las madres, de los padres…
PS: Lo más duro se vivió en los primeros días de abril de 2020, cuando la Conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública recomendó que las mujeres parieran sin el acompañante que ellas habían elegido para el parto. El padre o pareja tenía que presenciar el nacimiento de su hijo o hija por vídeollamada y la madre permanecía en el paritorio con la única compañía de los profesionales que la atendían.
Las madres estaban asustadas e indignadas, manifestaban inseguridad, temor, tristeza, rabia. Y las matronas nos erigimos en garantes y protectoras de las necesidades de las mujeres, teníamos claro que la recomendación no protegía a nadie, y así lo manifestamos.
Gracias a la movilización de la población y de las matronas, aquella pesadilla apenas estuvo vigente durante tres días, pero lamentablemente para algunas mujeres su modificación llegó demasiado tarde.
NC: En un primer momento el desconocimiento y el miedo a un enemigo desconocido trajo un retroceso en la atención a la mujer y una pérdida de los derechos de ellas y sus familias. Esta pérdida de derechos las llevó a entrar a los paritorios solas, acompañadas exclusivamente por el personal sanitario. En demasiadas ocasiones se acortaron las fases del parto para disminuir el tiempo de permanencia en el mismo, sobre todo en aquellas mujeres Covid +, se indicaron inducciones y otras actuaciones de dudosa eficacia científica en cuanto a la atención al parto respetado.
De todo el proceso de maternidad, el que se vio más afectado fue el puerperio y la crianza; las mujeres se sintieron muy solas y en ocasiones abandonadas en este proceso.
Las matronas también hemos sufrido estos cambios, aunque nunca en igual medida, el miedo y el desconocimiento también nos afectó, pero en poco tiempo nos pusimos a idear soluciones para poder ayudar a organizar los circuitos para seguir ofreciendo a las mujeres la mejor atención y cuidado de su embarazo, parto, posparto y crianza.
Hemos detectado un ligero aumento de solicitud de información sobre otras alternativas al parto hospitalario, como es la asistencia al parto en casa y/o el acompañamiento profesional durante el mismo en el domicilio.
SC: Las mujeres han vivido sus embarazos con miedo, incertidumbre, el ambiente hospitalario generaba desconfianza ya que suponía un riesgo de contagio en momentos donde el hospital estaba lleno de ingresos por Covid. Esta situación también generó estrés en el sistema y contribuyó a que se modificaran ciertas actitudes y prácticas en los profesionales. Consecuentemente, en ocasiones se han vulnerado derechos básicos como el acompañamiento, las consultas presenciales, la separación de madres y sus criaturas, falta de apoyo en la lactancia materna y una elevada medicalización, que no siempre estaba justificada, atendiendo únicamente a criterios obstétricos y neonatales.

– ¿Qué conocimiento hay por parte de las futuras madres de sus derechos en este sentido?
AP: Las madres, los padres, reciben con interés la información sobre los derechos en el nacimiento. En las consultas de seguimiento y en las sesiones de información, ahora on-line, les hacemos partícipes de las ventajas para el niño y para ella, de las diferentes formas de parto. Es importantísimo e imprescindible que tengan una amplia información y asesoramiento. Solo así, serán capaces de tomar sus mejores decisiones.
PS: En algunos momentos puede que las madres no hayan tenido toda la información necesaria, pero creo que esto ha mejorando mucho. Las matronas nos hemos tenido que reinventar para poder seguir acompañando a las mujeres durante el embarazo, parto y posparto.
Cuando la situación sanitaria no permitía la educación para la salud de forma grupal, se han abierto canales de Telegram o se ha recurrido a la videoconferencia, siempre con el principal objetivo de informar, cuidar y acompañar a la mujer durante todo el proceso.
NC: Hay muchas mujeres que conocen sus derechos, claro que si… El embarazo y la crianza es un momento en la vida de las mujeres y sus familias en el que se hacen muchas preguntas y se plantean cómo vivir esta nueva situación de la mejor manera posible, pero sobre todo con los mejores cuidados y atención posibles. Hay mujeres que esa búsqueda la hacen solas y otras a las que les ayuda su matrona, aunque esta ayuda debe solo un soporte, un apoyo, una guía. En este época, también nos encontramos con muchas mujeres desinformadas, mujeres que les da miedo o vergüenza expresar sus deseos, y que cuando cruzan las puertas del hospital dejan que las decisiones las tomemos los profesionales, y aquí está la clave, los profesionales debemos informar de todo los procedimientos y llegar a un consenso con la mujer y su acompañante.
SC: Aunque actualmente aún percibimos que muchas mujeres tienen un desconocimiento de sus derechos fruto de la estructura sanitaria paternalista y jerarquizada que aún está presente en las instituciones sanitarias, cada vez más existe un discurso y una mayor información para darles a conocer su derechos y empoderarlas para que tomen libremente las decisiones sobre su proceso reproductivo. Esta ha sido y es, una labor importante y un compromiso, sobre todo por parte del colectivo de matronas, ya que somos el profesional más cercano, accesible y la figura que mejor las representa para garantizar sus derechos.

– Según su opinión de experta ¿qué iniciativas serían necesarias o recomendables implantar en la Comunidad Valenciana para que se alcancen los objetivos del parto respetado?
AP: El parto, el nacimiento, es un proceso muy importante en la vida del niño, de la madre, de la familia, pero el parto es un punto transversal en la vida. En el embarazo, el cuidado afectivo del niño y de la madre por parte de todos, es fundamental para que el parto sea la continuidad. En mi opinión, un parto respetado viene de un embarazo respetado. Se hace necesario acompañar desde una visión integral, el embarazo, el parto y sobre todo la crianza, para facilitar los mejores vínculos. Y las matronas tenemos ese privilegio, ser facilitadoras.
Creo que hacen falta políticas que promuevan estructuras que faciliten una forma de trabajar los procesos de embarazo, parto y crianza adecuados, no siempre lo son. Hace falta una formación continua, real y adecuada para todos los profesionales que participan. Hace falta llevar a los medios de comunicación y a la opinión pública los derechos de las madres, de los niños. Hay que hacer entender que la forma de nacer cuenta, y cuenta mucho para el devenir de la salud, de la vida y hasta del futuro de las sociedades. Hay que llevar a las escuelas conocimientos sobre el nacimiento desde una visión más humana.
Creo solo así, con la participación de todos, podremos crear una conciencia crítica que permita que no sea necesario que haya días mundiales del parto respetado, porque los embarazos, los partos, los nacimientos, las crianzas, siempre serán respetados. Seguro que será…
PS: En el seguimiento del embarazo, información veraz, basada en la evidencia y adaptada a cada mujer, facilitándole las herramientas necesarias para sentirse segura y elaborar un buen plan de parto. Que la mujer se sienta empoderada, sepa lo que quiere, cómo lo quiere y se sienta segura para manifestarlo.
En nuestros hospitales, una filosofía de atención basada en el respeto a las decisiones de la mujer, que cada mujer pueda decidir lo que quiere durante el parto y se consensue con ella las medidas a tomar.
A nivel institucional, introducir en los objetivos de gestión indicadores de la atención al parto desde la perspectiva de las madres y sus parejas. Implementar escalas para medir la percepción materna del control personal durante el parto y la vivencia del parto. Revisar y actualizar el plan de parto de la cartilla maternal basado en las recomendaciones de evidencia.
NC: Por desgracia, en la mayoría de los hospitales queda mucho por hacer. Hay muchas profesionales que hacen posible un parto respetado, pero a nivel institucional no hay una implicación total y no puede depender de quién te toca para poder parir de una forma libre, empoderada y respetada.
Creemos que para poder tener una mayoría de partos respetados, es necesaria la creación de unidades de bajo riesgo, lideradas por matronas, la profesional más cualificada para acompañar los partos fisiológicos. También creemos que se debe incluir en la cartera de servicios una asistencia al proceso más cercana al entorno de la mujer, como puede ser el acompañamiento al proceso de dilatación y/o parto en el domicilio.
Que todos los profesionales de la asistencia al proceso de la maternidad normalicen el plan de parto, lo conozcan y se respete. En resumen, que se trabaje con profesionalidad, respetando y dejando que la verdadera protagonista sea la mujer y su bebe.
SC: Una de las iniciativas más importantes, innovadoras y que supondría un cambio efectivo, sería un cambio de modelo en la asistencia a mujeres de bajo riesgo ofreciendo la opción de ser atendidas en los “Centros de Nacimiento”. Este modelo de asistencia basado en la atención bio-psicosocial de la mujer y en una continuidad de cuidados por parte de un mismo equipo de matronas, contribuiría a optimizar la fisiología del parto y, a su vez, a favorecer una corresponsabilidad entre mujeres y sistema sanitario. Aumentar la autonomía de la mujer, empoderarla y sobre todo desmedicalizar el proceso fisiológico del parto, es la mejor vacuna para erradicar la violencia obstétrica. Está demostrado que esta iniciativa también sería un vector importante de cambio de actitudes y formación que llegaría indirectamente a las unidades obstétricas hospitalarias (paritorios), donde todo el equipo multidisciplinar tanto obstetras, TCAE, pediatras.., modificarían sus actitudes hacia el respeto y la libertad de decisión que tienen las mujeres.