El cáncer es la principal causa de muerte relacionada con el trabajo en la Unión Europea, ocasionando 100.000 nuevos casos y 80.000 muertes cada año. Enfermeras, médicos, personal de la limpieza, bomberos… todos ellos corren peligro al estar expuestos a sustancias cancerígenas, mutágenas y reprotóxicas mortales en sus puestos de trabajo. Proteger la salud y la calidad de vida de estos profesionales debe ser una de las prioridades para todas las administraciones e instituciones nacionales y europeas. Por este motivo, legislar y llevar a cabo cambios son dos premisas imprescindibles para prevenir y reducir esta situación, ya que el 40% de los casos de cáncer son evitables.
Por este motivo, desde el Consejo General de Enfermería, el Sindicato de Enfermería SATSE y CCOO han mandado una carta a la vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo y Economía social del Gobierno de España, Yolanda Díaz, y otra a la ministra de Sanidad, Carolina Darias, para instar al Ejecutivo a que apoye estas reivindicaciones en las discusiones del Consejo Europeo con el Parlamento y la Comisión sobre la cuarta revisión de la Directiva sobre carcinógenos y mutágenos (CMD4).
“Todos y todas estamos expuestos a sustancias peligrosas en el trabajo y hemos visto el gran impacto que tiene en la vida de las personas. Los equipos de protección, las tecnologías seguras y las prácticas adecuadas están disponibles y no son costosas, pero es poco probable que los empleadores las introduzcan universalmente a menos que estén obligados a hacerlo”, explica José Luis Cobos, vicesecretario general del Consejo General de Enfermería.
CGE, SATSE y CCOO piden, en primer lugar, el apoyo del Gobierno para lograr una acción legislativa y no sólo orientaciones o guía. Además, consideran que la Comisión Europea debería incluir tres grupos de medicamentos peligrosos y reprotoxinas en el Anexo I de la cuarta revisión de la Directiva sobre carcinógenos y mutágenos, así como llevar a cabo nuevas orientaciones y guías para garantizar que se establezcan y se apliquen medidas de prevención eficaces en toda Europa.
Tal y como explican a Díaz y a Darias, el pasado 25 de marzo, el Parlamento Europeo votó casi por unanimidad a favor de las recomendaciones anteriores y las demandas cuentan con el apoyo de la organización empresarial europea del sector hospitalario (HOSPEEM) y con el apoyo de la Federación sindical europea de servicios públicos (FSESP).
En este sentido, José Luis Cobos subraya que “es necesario que sea de manera inmediata, no podemos esperar ni retrasarlo más”. El equipo de estudio independiente de la Comisión Europea ha consultado con miembros de la FSESP (Federación sindical europea de servicios públicos), con HOSPEEM y con los Estados miembros, generando un consenso para el cambio legislativo y no sólo orientaciones y guías no legislativas.
Por este motivo, resaltan que “la Comisión debería continuar ahora con la inclusión de medicamentos peligrosos y reprotoxinas en la Directiva sobre carcinógenos y mutágenos sin más demoras y sin la necesidad de una evaluación de impacto adicional, ya que ese trabajo ya se ha realizado”.
La inclusión de los medicamentos peligrosos en el Anexo I de la directiva evitará la exposición ocupacional de los trabajadores y trabajadoras, así como de los y las pacientes a medicamentos peligrosos, que causan cáncer en el lugar de trabajo, problemas reproductivos y provocan muertes y daños innecesarios a las personas expuestas.